Llevar las uñas hechas y esmaltadas no es ninguna moda de nuestros tiempos.
Se trata de una técnica que lleva instaurada en el mundo hace más de 100 años, por lo que empezaremos este artículo haciendo hincapié en nuestros antepasados hasta nuestros días.
Las uñas, al igual que el maquillaje, podían significar riqueza o pobreza.
Por ejemplo, los colores oscuros simbolizaban el estatus más alto o la riqueza y, por el contrario, los colores más claros, simbolizaban el de los más pobres.
Breve historia de las uñas
Hace ya 3000 años que el pueblo egipcio nos dejó grandes muestras de belleza, tanto en uñas como en maquillaje, como veremos más adelante.
Cleopatra cubría sus uñas con henna para darles un toque de color.
Pero eso no sólo se hacía en Antiguo Egipto, en el Imperio Chino se usaba la cera de la abeja, gelatina y muchos tipos de plantas para poder crear lo que hoy en día tenemos como esmaltes.
En China, las clases sociales más acomodadas utilizaban colores plateados, rojos o negros y las demás clases utilizaban tonos pasteles y claros.
Ya en China se puso en marcha las uñas esmaltadas donde utilizaban conos artificiales de plata u oro para aplicárselo a la uña.
Siglo XVII
En Oriente, llevar las uñas largas era igual a tener poder y riqueza.
Los colores que más se aplicaban eran el oro o la plata y también utilizaban sustancias de oro para que durara su longitud y no se rompieran.
Siglo XIX
En este siglo cambia la perspectiva de la uña y se lleva la uña puntiaguda, con punta muy fina.
Las mujeres utilizaban colores muy claros y naturales, bañando sus uñas en aceites aromáticos para sellarlas y darles un agradable olor.
Siglo XX
En este siglo por fin llegan los esmaltes de uña.
Al contrario de lo que ocurría antiguamente, los colores brillantes y vivos eran para la clase social media o popular y los colores claros para la más rica o poderosa.
Egipto y los colores
Desde Mesopotamia, la idea del maquillaje ha sido siempre para obtener una apariencia más joven, más bella e incluso intentar aparentar no tener signos de vejez o de cansancio.
También, como hemos dicho antes, se utilizaba para mostrar a la sociedad el estatus social al que se pertenecía, pues no todos podían utilizar maquillaje, sólo los nobles.
Los pobres no tenían acceso y como se dedicaban a hacer tareas en el campo ni los podían usar durante su jornada de trabajo ni podían permitirse comprarlos.
Existían algunos productos antiguamente que incluso eran tóxicos por las sustancias que empleaban para elaborarlos.
La sustancia conocida como El Kohl, es una de las sustancias con más historia.
Tanto los hombres como las mujeres se lo aplicaban para embellecer sus ojos o bien para protegerlos de algunas marcas y del sol.
Este maquillaje se expandió por África y todo Oriente medio hasta llegar a nuestros días.
Su color negro y su forma de elaborarlo era realmente tóxico, aunque la toxicidad del elemento variaba según en qué zona lo adquirieras.
El maquillaje en la antigüedad
En la antigüedad la mayoría de los cosméticos se hacían con animales o con vegetales, por ejemplo el colorete se obtenía a través de semillas.
Los hombres y las mujeres se maquillaban y marcaban de negro sus ojos para destacarlos. No sólo lo hacían por estética sino que la sustancia conocida como el Kohl, de la que hemos hablado anteriormente, servía antiguamente para evitar irritación e infecciones en los ojos y evitar multitud de enfermedades oculares.
En la época antigua, se preparaban todo tipo de ungüentos con aquello a lo que tenían acceso, es decir, cualquier cosa podría servir desde el sudor de los carneros hasta la piel de algunos animales.
La elaboración de cosméticos con sustancias tóxicas hacía que muchas veces se les callera el pelo, de ahí que en muchas películas pudiéramos ver que estuvieran calvos o que utilizaran pelucas.
Algunas mujeres, para teñirse el pelo, utilizaban ungüentos nada apropiados, por ejemplo, mezclaban ácido sulfúrico con ruibarbo, algo tremendamente peligroso para el cuero cabelludo.
Si nos remontamos a una historia algo más cercana, como curiosidad, podemos destacar como la reina victoria prohibía el maquillaje por considerarlo descortés a nivel social.
Consideraba que sólo era utilizado por actores, payasos o prostitutas, reduciendo todo esto considerablemente la comercialización de productos en Inglaterra.
Sin embargo, años más tarde volvió a difundirse y a ampliarse la gama de maquillajes y cosméticos, así como cremas embellecedoras.
Volviendo al tema de las uñas, hoy en día nadie se las pinta para resaltar su estatus social, al igual que nadie se maquilla por lo mismo, si no para sentirse bien.
Es algo que está al alcance de todos y cada vez es más fácil llevar las uñas arregladas debido a los esmaltados permanentes, semipermanentes o postizos con gel o porcelana que veremos a continuación.
Esmalte normal, permanente y uñas de gel
Esmalte normal
Es lo que todas conocemos y podemos adquirir en cualquier tienda profesional o supermercado y que te puedes hacer tú misma.
Eso sí, estos esmaltes requieren el cuidado de la uña. Sería esencial poner una base para protegerla y al mismo tiempo que el esmalte dure más.
Las versiones más conseguidas son las de larga duración, que por su composición tienen unas sustancias que actúan contra sustancias fuertes y no se dañan por el agua.
Esmalte permanente
Este esmalte ya lleva bastantes años implantado y ha sido todo un éxito, pues se aplica igual que uno tradicional, cuidando mucho la uña. Siempre se utiliza una capa como base para que se adhiera bien a la uña.
Es una alternativa al gel o a la porcelana, que no daña tanto tu uña y además es de larga duración, pues las hace más fuertes.
El esmalte permanente se pone con una lámpara ultravioleta para que se sequen y queden adheridas y perfectas a la uña.
Uñas de gel
En cuanto a las uñas de gel tenemos una idea preconcebida de ellas. Normalmente pensamos que las uñas de gel nos van a destruir nuestra uña, sin embargo, es todo lo contrario.
Las uñas de gel pueden permitir hacer las uñas soñadas sin que se degrade tanto como otras técnicas, como las de porcelanas de las que hablaremos más tarde.
Antes de empezar poniendo las uñas de gel, es importante preparar tus uñas naturales. En primer lugar se limarán, se cortará la cutícula y se dejará la forma que más quieras.
Después se colocará una especie de aceite para protegerlas y, a continuación, pasaremos a colocar la prótesis y a darle la longitud que tú quieras a la uña.
Si la prefieres más corta, más larga, más ancha, más estrecha, así como puntiagudas, cuadradas, redondas, etc. En general, lo que más te guste a ti.
El proceso de colocación de la prótesis durará más o menos una hora y media, según la rapidez del profesional que las coloque.
Entre sus ventajas resulta que esta uña de gel sufre menos y son más económicas que las de porcelana, sobre todo, mucho más naturales.
En las uñas de gel, el producto que se usa, así como las lámparas de rayos ultravioleta, son mucho menos dañinos que las de porcelana.
Como consejo, si lo que quieres es que te duren más, puedes aplicar diariamente un aceite de cutículas, para evitar que se te abran así como una crema para hidratarlas.
Como vemos, son muchos los tipos de uñas que puedes aplicarte. Las uñas de gel, así como las de porcelana, llevan mucho desde que aparecieron.
Sin embargo, las más escuchadas y parece que las más difíciles en cuanto a método de preparación, son las uñas de porcelana.
La porcelana se aplica con un líquido llamado monómero, que al fusionarse con la pasta moldea la uña y es lo que hace que se acople a la uña perfectamente y tiene un peculiar olor.
Esta pasta endurece la uña y evita que se estropee o se rompa, aunque con el paso del tiempo parece inevitable.
¿Qué son las uñas de porcelana?
Las uñas de porcelana se aplican con fibra de vidrio, con un molde o con unos tips que permiten alargar la uña postiza. Si lo que buscas es algo que ese adapte a tu uña, ésta es sin duda la mejor opción.
Son una alternativa perfecta para aquellas personas que se muerden las uñas, incluso para aplicarlas en los pies, ya que su efecto es muy duradero.
Las uñas de porcelana aparecieron antes que las de gel y posteriormente fueron sustituidas por éstas.
En épocas anteriores algunos polvos generaban alegrías y de ahí el hecho de no aplicar el líquido de las uñas de porcelana.
¿Qué son los monómeros? ¿Hacen daño?
Los monómeros es el líquido que se adhiere al polvo para crear la pasta que se adhiere a la piel y hace tan famosa la uña de porcelana. Consiste en lo que moldea la uña.
Es importante saber que este líquido debe interaccionar con los polvos apropiados para que se forme la pasta adecuada.
No se puede fusionar con otro líquido porque no saldrá consistente y puede que la uña no aguante. Si esto pasa podríamos tener unas uñas levantadas, rotas, agrietadas, etc.
Los monómeros tienen que ser siempre hipo alergénicos para que puedan salir del mercado y que no produzcan ninguna alergia como pasaba antiguamente. Sin embargo, si no juntas bien el polvo con el líquido adecuado puedes generar alergias o intolerancias en la piel.
Para evitar problemas, es recomendable antes de aplicar la porcelana a la uña poner un poco de este producto en la mano para ver si hay algún tipo de reacción alérgica o si se manifiesta picor o hinchazón en alguna parte.
¿Las uñas de porcelana se secan con lámparas UV?
Para aplicar la porcelana no es del todo necesario aplicar la lámpara UV a menos que hayas aplicado algún tipo de gel, siendo en este caso necesario.
¿Que uñas se llevan para este verano?
Aunque las uñas decoradas son siempre tendencia, lo cierto es que este verano 2019 viene mucho más minimalista en cuanto a uñas se refiere.
Los colores lisos son los que más se utilizan en las pasarelas de moda
Uñas francesas
Las uñas francesas son una moda que nunca pasa y es que sirven para cualquier momento y situación.
Uñas claras con el borde pintado en una suave línea blanca.
Dan un aire de frescor y de limpieza y además quedan muy finas, tanto si estas de vacaciones este verano como si vas a trabajar.
Uñas verdes
Ha llegado el momento de perderle el miedo a determinados esmaltes.
El verde es un color vivo y apropiado para la época estival y, además, puedes combinarlo con pendientes o con zapatos y bolsos del mismo color, dando un aire de frescura.
Uñas naranjas
Lo cierto es que el color naranja es el favorito de muchas temporadas y de muchas famosas, convirtiéndose en un color que nunca pasa de moda.
De hecho, es el color que se escoge casi siempre para darle publicidad al verano o en las pasarelas de moda.
Puedes combinarlo con un pintalabios del mismo color. Verás que combinada y preciosa estás y más si empiezas a broncearte con el sol.
Te destacara más el color y se hará más llamativo.
Esmalte rosa pastel
El nude o acabado pastel es algo que tampoco se pierde nunca de moda. Es perfecto para pasar desapercibida y, sobre todo, para llevarlas pintadas este verano sin dar la nota y que llamen demasiado la atención.
Como ves, en esta época tienes para elegir, aunque lo que está claro es que se llevan las uñas lisas y de un color, poco diseñadas y con pocos abalorios.