¿Está justificado experimentar con animales para el uso de cosméticos?

Vivimos en una sociedad donde los cosméticos cada vez están más presentes. No se trata de un producto destinado sólo al público femenino, sino cada vez más al masculino, pues existe un sinfín de elementos  para mejorar nuestro cutis y ello se consigue o bien a base de químicos o de sustancias naturales.

La cosmética mejora el aspecto externo de una persona, la belleza, la piel el cabello o el rostro. En la cosmética, como hemos dicho, actúan muchas ramas, como la biológica e incluso la natural.

A pesar de que hemos nombrado en algún artículo anterior el origen de algunos cosméticos, a continuación pasaremos a recordarlos brevemente:

ORIGEN ANIMAL

Normalmente se utilizan los aceites que salen del caracol, de la tortuga, o de algún pescado como el bacalao, el visón es muy utilizado para eliminar arrugas. Estos aceites son muy ricos en vitamina A y D muy utilizadas para retrasar el envejecimiento y dar luminosidad a tu piel.

También se utiliza alguna sustancia que proviene de las ovejas así como la cera de las abejas.

ORIGEN VEGETAL

Sin embargo, los de origen vegetal son los más oídos y sobre todo los que parece que tiene más poder de penetración y de hidratación, estos son los de nuez, de almendra, de trigo, aceite de oliva, de aguacate, de sésamo, manteca de karité, o y otros que contienen vitaminas A, B, D, E.

ORIGEN MINERAL

Se suelen utilizar productos derivados del petróleo, parafina y vaselina que hacen una barrera protectora sobre la piel, reformándola, así como protegiéndola de altas y bajas temperaturas.

Existe una larga lista de ingredientes en los que se utilizan algún tipo de animal para la cosmética.

Recordemos cuáles son:

  1. Ácido Estearílico: Para este ácido, se utiliza el esperma de ballena en un sinfín de cosméticos, como champú, jabones, enjuagues cremas faciales y corporales e incluso velas. La alternativa a este ácido es el aceite de coco.
  2. Ácido Hialurónico: Es de origen animal como hemos dicho antes. Procede de las crestas de los gallos o de los ojos de los peces que es donde más suele haber. Como alterativa al origen animal, tenemos diversos aceites de plantas.
  3. Ácido oleico: Se obtiene de diversas grasas de animales y vegetales. Suele ser buena solución para el pelo, así como esmalte de uñas y labiales.
  4. Aceite de pescado: Suele derivar de mamíferos, incluido las mariposas. Se usa en jabones y su alternativa suele ser el aceite vegetal.
  5. Vitamina A: Ésta suele provenir del aceite de pescado y se utiliza en cosméticos para el cabello como tintes, champús, suplementos alimentarios, en forma de vitaminas para la piel…
  6. Carmín o ácido carmínico: Se usa mucho como tinte para labial, así como polvos en coloretes. La alternativa es la remolacha y por desgracia hay que matar a muchas cochinillas para hacerse con este colorante.
  7. Castor: Muy utilizado por algunas empresas para fabricar colonias, así como incienso.
  8. Colágeno: Se trata de la proteína de las fibras de algunos vertebrados. Es muy utilizado en algunas cremas antiarrugas y, sobre todo, con gran poder antiarrugas. Alguna de las alternativas sería la soja o el aceite de almendras.
  9. Escamas de pescado: Suele usarse en maquillajes y esmaltes de uñas.
  10. Esponjas: Suele ser un animal parecido a la planta y vive en el mar. La alternativa serían las esponjas vegetales o las sintéticas.

¿Está justificado utilizar un animal en el uso de estos productos?

La experimentación con animales es uno de los temas más polémicos y controvertidos  en nuestros días, ya que esto no sólo implica al animal físicamente. Detrás de ellos hay un sinfín de legisladores, animalistas, políticos, científicos, estudiantes que abogan o la idea de experimentar con ellos.

La pregunta es: ¿Hasta qué punto es lícito usar a un animal para testar los productos o simplemente utilizar alguna parte de ellos para elaborarlos?

Cada vez son más los cientos de animales que son expuestos a numerosas condiciones para justificar el uso de cosméticos. Pongamos como ejemplo inhalar gases tóxicos o ponerles sobre la piel alguna sustancia toxica o perjudicial, por no decir en los ojos.

Hay personas defensoras de los animales que luchan día a día porque esto no se dé y no se siga experimentando con ellos, pero la verdad es que hasta el día de hoy es el único medio que se tiene para llegar un cosmético o un medicamento de forma seguro para el ser humano.

Los experimentos con animales tienen su base en considerar a otras especies como seres en miniatura de nuestra especie. Sin embargo, esta idea está puesta en tutela de juicio continuamente.

Para hacernos una idea de lo que estamos hablando, nos vamos a basar en un estudio que se elaboró en la Comisión de la Comunidad Europea en el que intervinieron unos 100 laboratorios para valorar hasta qué punto era fiable el test DL 50 en el que se administraba a animales unas sustancias por varias vías como intravenosa, intravaginal o anal, hasta que el 50% de los animales morían.

Se restringieron al máximo todos los factores susceptibles de incrementar la variabilidad en los resultados (a mayor variabilidad, menor valor de la prueba) y, a pesar de ello, al analizar los resultados se documentaron variabilidades que oscilaban del 144 al 738%.

Se realizan experimentos con animales básicamente en tres campos: la docencia, la industria y la investigación.

En el estudio de la práctica con animales  se tiene como objeto estudiar cuál es el desarrollo de determinados elementos en el cuerpo de un animal, como por ejemplo cuáles son los procesos fisiológicos, las habilidades clínicas. Por ejemplo,  cómo un tipo de ensayo o práctica en los animales produce unos efectos antes de llegar a nuestro cuerpo humano.

 El hecho de utilizar a animales vertebrados y no al contrario, es porque estos pueden sentir  el dolor igual que nosotros, así como contrarrestarlo a nivel fisiológico. No obstante, para mucha gente, supone someter a los animales a un sufrimiento incensario.

Países en contra de la práctica animal

Muchas organizaciones ofrecen métodos que suponen reducir el sufrimiento animal para estrás prácticas, como por ejemplo universidades prestigiosas y conocidas como la facultad de Standford o de Hravard o Nueva York….

Además, en otros países como por ejemplo Israel, recientemente se ha prohibido la práctica animal para experimentar a título docente o educativo.

En la industria cosmética es necesario destacar los grandes avances que ha  sufrido en este tema, a pesar de que algunos laboratorios aún testan sus productos con animales.

Existe un real decreto, concretamente el 95/35, que regula que está prohibido vender productos que hayan sido testados con animales. En muchísimas etiquetas así lo pone.

Se trata de un real decreto que entró en vigor en el Reino Unido y ha sido de gran precedente para Europa, pues a raíz de esto, existen muchísimos laboratorios que ya no testan sus productos con el uso y el sufrimiento animal.

Como decíamos anteriormente, hay un sinfín de etiquetas en cosméticos que ya llevan expresamente escrito que no está testado en animales, concretamente la ECEAE ((European Coalition to End Animal Experiments) ha trabajado en ello costosamente. Los laboratorios que se  han adherido a este proyecto quedan comprometidos desde el inicio a que ninguna de las materias primas de sus productos haya sido utilizado ningún animal o ninguna parte de los mismos.

La investigación es la que más utiliza a los animales

Irremediablemente y a lo largo de la historia, ha sido la investigación la que ha utilizado a los animales haciéndoles sufrir para comprobar s i alguna sustancia era tóxica o bien para que gozáramos de los productos de belleza y estética más novedosos del mercado.

Con el pretexto de comprobar una hipótesis por inútil o absurda que pareciera, se han dado casos que han alertado a los animalistas de todo el mundo. Existen expertos investigadores que reconocen la extrema crueldad con las que se han utilizado en determinados animales, como por ejemplo en los  perros.

Actualmente, gracias a la defensa de políticos y científicos, se han realizado numerosos avances en esta materia.

Nos encontramos, como vemos, en un punto de inflexión donde la sociedad, la ciencia y la tecnología están avanzando en este punto para superar estos obstáculos. Es muy importante que no cesen los esfuerzos que se realizan en muchas universidades para no hacer daño a los animales y apoyar otros métodos alternativos donde no hacer daño a nadie. Se trata de utilizar otros medios más fiables, que no sea con seres vivos  y así evitar un sufrimiento innecesario.

¿Está prohibida la experimentación cosmética en animales?

En 2003 la UE probó la prohibición de testar ningún cosmético con animales y esto conllevaba dos cosas:

En primer lugar, testas con animales y en segundo lugar la importación a la UE de cualquier ingrediente experimentado con animales y usarlos en los cosméticos.

Es decir, en líneas generales podemos decir que se prohíbe todo lo que tenga que ver con el sufrimiento animal, tanto para elabóralos como para el marketing o la importación animal.

Quitando estas prohibiciones, hay tres que sí que se permitían hasta marzo de 2013, aunque posteriormente fueron igualmente declaradas ilegales. Son las siguientes:

  1. Toxicidad de dosis repetidas: Animales, como conejos o ratas, eran obligados a inhalar gases tóxicos o ponérselos sobre la piel durante un tiempo hasta llegar a matarlos. Esto se utilizaba para probar la sensibilidad en la piel de las personas. Una vez afeitadas, se les ponía el producto y luego eran exterminadas.
    Lo mismo pasaba con sustancias cancerígenas. Se les ponían en los oídos a las ratas y después de dos eran exterminadas.
  2. Toxicidad reproductiva: Estos mismos animales se quedaban embarazados y se les obligaba a ingerir sustancias para evaluar la toxicidad en sus fetos. Luego, por supuesto, eran matadas.
  3. Toxicocinética: Conejos o ratas son forzados a ingerir la sustancia y luego se les quita la vida para examinar sus órganos.

Hasta marzo de 2013, muchos animales murieron a causa de estas tres pruebas de toxicidad de productos cosméticos.

¿Qué tipo de experimentos se usan para testar cosméticos?

En la investigación cosmética se llevan a cabo dolorosos experimentos de cientos y miles de animales, incluyendo cobayas, conejos, ratas o ratones. Todas estas pruebas, como hemos nombrado anteriormente, implican numerosos sufrimientos y dolores a estos animales, produciéndoles daños desde el nacimiento o incluso produciéndoles mutilaciones.

¿Cuáles son las alternativas a las pruebas con animales? ¿no son requeridas por ley?

Estas pruebas cosméticas con animales no están abaladas por la ley específicamente. Hoy en día, para demostrar que un producto es seguro, es necesario utilizar métodos validados para demostrar que no se han utilizado animales y que se usan elementos que son seguros para el consumo humano.

Hoy en día, ya se están buscando alternativas al experimento con animales y que se están declarando seguros. Cada vez son más las compañías y países que abrazan otros caminos y alternativas a la crueldad animal y al sufrimiento innecesario.

¿Cómo puedo escoger productos libres de crueldad?

Para comprar productos libres de maltrato animal, sólo tienes que fijarte en el etiquetado y que tengan el logo de ‘cruelty free’ (el que adjuntamos en la imagen). Con este logo puedes estar seguro de que los productos son libres de cualquier maltrato animal.

No obstante, hasta que todos nos concienciemos en este fenómeno, la pregunta es:

¿Cuántos errores vamos a cometer más con los fármacos?

¿Cuántos animales deberán de seguir sufriendo en los laboratorios a consta de dar seguridad a nuestros productos?