¿Qué tipo de piel tienes y cómo puedes tratarla?

La piel es algo que nos preocupa mucho, sobre todo a las mujeres. El paso del tiempo, el clima, los cambios bruscos de estación, el estrés…todo esto genera que nuestra piel sufra y con el paso del tiempo se vea perjudicada con rojeces, arrugas o imperfecciones.

Todas las mujeres soñamos con un tipo de piel perfecta, radiante y tersa aunque no todas lo logramos.

A continuación, vamos a tratar  los tipos de pieles, así como los medios para tratarlas y cuidarlas.

Tipos de piel

Podemos decir que hay cuatro tipos de piel. La piel normal, seca, grasa y mixta. Veamos una a una estos tipos de pieles.

Piel normal: El término normal se utiliza para delimitar que la piel está en equilibrio o lo que se diría en términos específicos “eudérmica”. Este tipo de piel no es ni grasa ni seca.

La piel normal es un término genérico y muy amplio para referirse a aquellas pieles que están en equilibrio en la famosa zona T, (frente, barbilla y nariz). Podríamos decir que la piel no está ni muy seca ni muy hidratada.

Piel seca: Esta piel produce menos grasa de lo normal y por ello es seca. Como consecuencia de esto, la piel carece de los lípidos que necesita, llevando a una apariencia tan reseca de la piel.

Piel grasa: Es todo lo contrario a la piel seca. La piel grasa tiende a producir un elevado nivel de sebo. Es lo que se denomina seborrea. En este caso, la piel suele tener exceso de brillo.

La piel se seca más a medida que envejecemos y pasa el tiempo. Además, es más común que la piel seca se dé en mujeres y no en hombres. Los problemas de piel seca son la mayoría de los casos por los que acude la gente al dermatólogo.

¿Cuáles son las causas de tener la piel seca?

Como siempre se ha dicho la hidratación es importante, tanto por dentro como por fuera. Por ello, no es suficiente que utilices una crema que te hidrate durante el día, sino que también bebas suficiente agua para hidratarte por dentro.

La hidratación de tu piel depende mucho de que tu cuerpo esté bien hidratado. A continuación te enumeramos las causas por las que tu piel pierde agua:

Causas de la piel seca

  • Calor y factores externos: El calor, el estrés y algunas actividades como practicar deporte hacen que la piel pierda grasa y, por tanto, se seque.
  • Pérdida transepidérmica de agua (PAT): La piel pierde casi un litro y medio de agua al día de forma natural.

¿Que siente una persona con la piel seca?

Las personas con sequedad en la piel tienden a tener una tirantez constante, además de pielecillas en algunas zonas. Tendrán mayores arrugas y las líneas de expresión más pronunciadas.

La sequedad de la piel oscila en pieles secas y pieles muy secas:

Piel seca

Los factores que determinan una piel seca se caracterizan por una piel tirante, muy frágil, con aspecto sin luz, sin vitalidad y debilitada.

Piel muy seca

Los factores de una piel muy seca vienen determinados por descamación que puede ser leve o muy grave y un aspecto muy áspero o debilitado. En ocasiones, pueden aparecer rojeces en la piel y posible  picor. Sobre todo, mucha sensación de tirantez.

Piel extremadamente seca

Este tipo de piel requiere especialmente un tratamiento muy concreto para ser tratado, pues puede causar incluso grietas.

Algunos de los factores que las determinan son la irritación y enrojecimiento, asperezas, grietas, descamación aguda o incluso picor.

Suele ser en el rostro, pero también en algunas zonas corporales como manos, pies, codos, rodillas, etc.

¿Cuales son las causas de la piel grasa?

La piel grasa se caracteriza por tener un exceso de sebo y es lo que se conoce con el nombre de seborrea. Da lugar a muchos problemas, entre ellos, el temido acné.

De normal la piel grasa puede ser producida por múltiples factores, pero algunos de ellos son los siguientes:

  • Desequilibrio hormonal.
  • Genética
  • Medicación
  • Estrés
  • Aplicación de cosméticos inadecuados.

¿Cómo se identifica la piel grasa?

La piel grasa tiende a tener más sebo de lo normal y presenta más impurezas.Veamos a continuación como se caracteriza una piel grasa:

  1. Acné
  2. Poros agrandados y sensibles
  3. Posible infección en los granos
  4. Piel engrasada, luminosa y brillante
  5. Piel más engrosada de lo normal y pálida

El acné en las pieles grasas suelen aparecer en el rostro pero también es frecuente en el cuello, hombros y espalda, que suelen ser las zonas más grasas.

El problema del ácne

El acné puede convertirse en una auténtica pesadilla, sobre todo, si tienes la piel grasa y no sabes cuál es su origen ni cómo tratarlo. Por ello, a continuación te marcaremos unas pautas para que al menos puedas rebajarlo o disminuirlo.

  1. Cuida lo que comes: Aunque te parezca una tontería, hay alimentos que tienden a crear una piel mucho más grasa, lo que supone un problema. Por ejemplo, los alimentos con grasas, ultra procesados, fritos y, sobre todo, el chocolate.
  2. Estrés y nervios: El estrés es una causa por la que aparece el acné produciendo infecciones y poros, así que resulta imprescindible reducir el estrés.
  3. Mejora tu higiene: Es necesario que mejores la higiene facial y que todos los días te dediques un tiempo para ti a desmaquillarte y a lavarte la cara. El exceso de maquillaje o dormir con él, sólo hará que tu piel sea más grasa, con más impurezas y pierda luminosidad.
  4. Toma conciencia de si es hormonal: Para ello, acude a tu ginecólogo para que te revise  a nivel hormonal. Los cambios hormonales forman parte de nuestra vida y es inevitable que debido a la testosterona que se segrega salgan algunos granitos en época de menstruación. Recuerda que tomar anticonceptivos limpia mucho la cara y elimina la grasa. También hay formas naturales de tratar la cara, como por ejemplo la maca.
  5. Cuida tu piel con tratamientos específicos: Las pieles grasas y con acné tienen que recibir un tratamiento específico. Para ello, no dudes en ir al dermatólogo para que trate tu cara y así poder lucir una epidermis sana, bonita y libre de impurezas.

¿Qué es la piel mixta?

Como su nombre indica, la piel mixta es aquélla que es una piel normal pero con tendencia a tener grasa en la famosa zona T, es decir, en frente, mejillas y barbilla.

¿Por qué se caracteriza la piel misxta?

Se caracteriza por tener la famosa zona T bastante grasa. Normalmente la frente, el mentón y la nariz, además de tener acné, poseen algunas impurezas. Las mejillas suelen ser normales.

Como hemos dicho, esta piel tiende a tener una tendencia grasa por el exceso de sebo y una parte más seca por el déficit de lípidos que encontramos en la piel.

En cuanto a la exfoliación, si tienes la piel mixta, es mejor exfoliarla sólo una vez por semana.

Evaluación del tipo de piel

Hemos hablado de los diferentes tipos de piel, pero nos queremos centrar ahora en la evolución de la misma. La piel puede tener diferentes fases y esto puede producirse por el paso del tiempo, por genética, por factores externos como la medicación, estrés, etc.

Los productos que te pongas diariamente tienes que seleccionarlos con mucho cuidado, sobre todo en torno a estas circunstancias que hemos nombrado. Además, has de tener muy en cuenta la opinión de los expertos dermatólogos, pues las consecuencias de no usar un buen producto para tu piel pueden ser nefastas.

Signos de envejecimiento

Nuestra piel evoluciona con el paso del tiempo. Las personas que tienen la piel grasa y pasan la adolescencia, su piel cambia y se hace más seca, al igual que las personas que tienen una piel mixta o normal tienden a que se seque también más su piel tras el paso del tiempo.

A medida que envejeces, tu piel pierde luminosidad, juventud y densidad. Aparecen líneas de expresión, arrugas e impurezas. Además, con el paso del tiempo, pueden salir manchas por la falta de pigmentación.

El tono de la piel

El tono de tu piel, puede definir qué factores externos te pueden hacer más daño. Por ello, si la piel es más blanca, debes exponerte menos a los rayos uva o al menos tienes que hacerlo con mayor protección solar.

La piel es muy sensible por lo que se puede irritar con facilidad. Para algunas personas, la piel sensible es un problema permanente, así que han de ponerse en manos de especialistas y, sobre todo, protegerse de factores externos.

Las pieles sensibles se producen por una pérdida de agua, lo que genera que se irrite y se produzca sequedad en la piel. Hay muchos factores que provocan que se seque con más facilidad y también se irriten como el sol, la contaminación o determinados productos químicos.

Producción de sebo y sudor

Lo que controla en definitiva nuestro estado de la piel es la cantidad de sebo que producen las glándulas sébaceas. Si se produce mucho sebo, se dará lugar a un exceso de grasa en la piel, mientras que si el sebo es bajo, se producirá una piel seca.

Recordemos que las glándulas sudoríparas de la piel lo que hacen es ayudar a que nuestro cuerpo mantenga una temperatura óptima. Por tanto, la producción baja de sudor puede perjudicar también a la piel.

La piel y su vinculo con el estrés

Vivimos en una  sociedad donde el estrés viene marcado constantemente, debido al trabajo o a nuestra vida en general. La piel sufre mucho el nerviosismo y el estrés. El picor, la dermatitis alérgica, así como la seborrea, puede deberse a casos de estrés y de nerviosismo, como también los picores.

Además, no debemos olvidar que los picores pueden devenir por el uso de algunos fármacos o champús inapropiados. Es decir, que no siempre hay que echarle la culpa al estrés o al nerviosismo, sino ver el caso en concreto.

Los problemas circulatorios también son motivos de acudir  a la consulta de algún especialista.

Son muchas las personas que acuden a un especialista porque a causa del frío o de la circulación se le hinchan los dedos o se le seca la piel o incluso les cambian de color.

Lo que explican algunos doctores es que la medida más eficaz, aparte de poder suministrar algún tipo de medicación concreta para la circulación, es taparse del frío, generalmente usando guantes, pues los problemas suelen suceder en la zona de las manos.

Limpia tu piel de forma inteligente

Después de todo lo que te hemos dicho, sin duda lo más importante es que tu piel esté bien cuidada día a día. Por tanto, sigue estos sencillos pasos que te enumeramos a continuación para estar radiante.

Cuando realices tu limpieza diaria, debes hacerlo con extremo cuidado, ya que la piel es extremadamente sensible. Para ello, utiliza productos que no sean muy fuertes o químicos, algodones o brochas suaves y productos que ayuden a descansar tu piel.

Haz que la piel saque el máximo partido del ejercicio con los sencillos pasos que encontrarás a continuación:

  1. Si practicas ejercicio al aire libre, protégete de los factores externos, tanto del frío como del calor.
  2. Lleva siempre protección solar para evitar la aparición de la manchas en el rostro, escote y zonas sensibles.
  3. Mantén siempre la piel limpia, acabándote de desmaquillar todas las noches y aplicándote un tratamiento antes de irte a dormir.

Como ves, cada tipo de piel es un mundo. Por ello, tienes que saber qué piel es la tuya y qué productos son los adecuados para tu tipo de piel.

Sobre todo, es esencial buscar un especialista que te ayude y te dé seguridad. Recuerda que la piel tiene memoria y todo lo que hagas con el paso del tiempo se verá reflejado en ella.

Sigue estas pautas y cambia de estilo de vida. También te cambiará la piel.